martes, 27 de marzo de 2012

Lluvia salada

Hoy pongámonos reflexivos, me gusta esa palabra, "reflexivo", de reflejarse, de mirar hacia uno mismo. Miremos hacia dentro y saquemos afuera lo que vemos, o no lo saquemos, pero hagamos que esa mirada se convierta en algo consciente.

Hoy podríamos decir, y sin temor a equivocarnos, que el día que acaba ha tenido grandes cargas de tristeza, nostalgia, morriña, abatimiento,..., señálese o inclúyase la más oportuna. Podría decirse, y seguro que lo hacemos, que no ha sido un día tan malo. Has abierto los ojos y has visto el sol y todas las maravillas que se extienden bajo él... Perfecto. La vida es maravillosa y , sin embargo, lloramos.

Cierto es que las lágrimas de los días como hoy pueden parecer tontas, lágrimas sin sentido que simplemente manan por no quedarse dentro (a ver si aprendo a insertar recuadros a modo test para que marquéis la respuesta que creais conveniente, seguramente de esta afirmación sacaría muchos "Cierto"); pero de esas lágrimas tan en principio inútiles surgen decisiones, a veces correctas, otras equivocadas.

Esas lágrimas son como las tormentas de verano, llegan de repente con gran profusión de aparato eléctrico ,coloquialmente mala leche o humor pésimo; descargan rápido y de forma abundante, la llorera imparable, y al irse dejan en las ventanas huellas de agua y barro, recuerdo de tierras lejanas, los recuerdos que afloran y que nos vuelven a marcar.

1 comentario:

  1. No se exactamente que describen o motivan las lagrimas, bueno, has dicho que tristeza, nostalgia, morriña, abatimient o No sabe/no contesta jaja. Pero si, ES CIERTO que muchos días llegan de repente, lo importante es aprender de ellas y sacarles algún partido.

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