martes, 17 de abril de 2012

Dueña del Amor...

Mi camino me llevaba siempre al mismo lugar. Perdida en mis sentimientos no me paraba a mirar lo que me rodeaba en ese laberinto de setos, arbustos y mimosas hasta que volvía a sentir su mirada en mí, blanca, pura, fría, esa estatua de marmol me miraba con ojos inexpresivos, sus labios congelados en un intenso suspiro y un rizo de su cabello cayendo delicadamente en la sien izquierda, la estatua de Venus más bella que jamás haya visto.

No podía dejar de pensar en que alguien o algo intentaba decirme algo. Los días pasados tan extraños, excitantes, mi cuerpo rugiendo alterado por la primavera, mis brazos y labios hambrientos de sensaciones nuevas y sin embargo, rechazaba lo que sentía, lo escondía de la luz del Sol, mis ojos rehuían a la gente porque no vieran el fuego que me consumía desde dentro, porque no se fijaran en mis mejillas encendidas por la pasión de la vida...

Mirando a sus ojos comprendí porque una vez y otra acababa a sus pies, comprendí que ella quería que encontrara en mi naturaleza mortal, en mi cuerpo imperfecto a la diosa de la sensualidad, del placer,...que descubriera que no era esclava de los instintos, sino dueña de los sentimientos, del deseo, del Amor.


3 comentarios:

  1. Me gusta lo que expresas y como lo expresas...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Pumpkin. Alguien tenía que expresarlo, ¿verdad? Muchas gracia por participar ^_^

      Eliminar
  2. No deja de ser paradójico que con la libertad de expresión que existe y los múltiples canales de los que disponemos para ejercitarla cada vez resulte más extraño encontrar personas que se expresen realmente...

    Y de interacción se trata, aquí no hay botón de like ;-)

    ResponderEliminar