lunes, 2 de abril de 2012

Oh, shit. It's Monday!


Los lunes siempre me gustaron. El principio de una nueva semana tomado siempre con ilusión, aunque eso era antes de entrar en el mundo de los turnos y sus rotaciones estrambóticas que te hacen trabajar de sábado a viernes. Eso era antes de perder el sueño por la noche, cuando un domingo te duchabas por la tarde, preparabas la mochila del colegio, la ropa del día siguiente y cenando un cacao con galletas te despedías hasta el día siguiente.

Yo era un niña quizá muy resabiada, rara siempre, que prefería ir a aprender cosas nuevas que fumarse las clases, que le vamos a hacer. Ni aún después de repetir C.O.U. falté a las clases que peor se me daban, aunque las hubiera aprobado, necesitaba saber, comprender ese mundo de poleas y fuerzas, esos mundos creados sobre una matemáticas de matrices, necesitaba coger una frase y dividirla en pequeñas cajitas por utilidad, por sentido, las palabras adquirían cada una una función que las diferenciaba del resto y la combinación de ellas daba lugar a situaciones tan diferentes que una sola coma cambiaba el sentido de una conversación...

No, yo no odiaba los lunes. Me despertaba siempre antes de la hora, para entrar antes al baño, peinar mi rebelde melena y desayunar antes de que mis hermanos pequeños empezaran a preguntarnos a mi madre o a mí dónde habían dejado su ropa. Tiraba de ellos por las calles para llegar antes a clase, dejarlos a cada uno de ellos en su fila y esperar a que la sirena nos hiciera entrar a todos. Esperaba el momento de todos los lunes, ese en el que el profesor cogía la lista de clase y empezaba diciendo: "Espero que hayáis hecho los deberes este fin de semana". Evidentemente a mí nunca me preguntaban a no ser que nadie tuviera solución, por lo que yo me aburría tediosamente hasta que empezaban las clases de verdad, entonces el mundo se transformaba, las imágenes y preguntas surgían aquí y allá. Qué tiempos más felices, ¿verdad?

Esos tiempos terminaron y los días perdieron su nombre. El martes podía ser jueves y un domingo, martes. Así que ¡mierda, es un lunes-sábado! y sigo sin poder dormir...

2 comentarios:

  1. Yo sólo distingo entre días que trabajo y días que no XD

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    1. Jajajaja, ídem, a ver cuando se convierten en días que me voy a Nueva York o a Paríd o a ... Ay! Ese euromillones que no toca jajaja. Gracias por acompañarme en este viaje bloggero, caminante.
      Besos
      Mon ^_^

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