martes, 3 de abril de 2012

Suspiros que dibujan en el aire...

Nadie pudo describir mejor lo que eran y el fin de los suspiros como el gran Gustavo Adolfo Bécquer en su Rima XXXVIII:

¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?

Sin embargo, hablando de ellos con un amigo, llegamos a la conclusión de que, aunque supiéramos lo que son, aunque supiéramos que acabarían dibujando en el aire su mensaje o bien en la piel del ser cercano, muchos perderían la oportunidad de conocer su mensaje último, todo el alma que se esconde en el suspiro de una mujer, los más intríncados y profundos mensajes contenidos en un soplo de aire.


Asi que como tengo alma de aprendiz y educadora, me pondré a desentrañar lo que son para mí, como mujer, los suspiros y su significado. Evidentemente, esto no pretende ser la verdad, es sólo mi verdad, la verdad de mi rama femenina familiar. Sueno hasta profesional.


Todos aprendemos a hablar por imitación de nuestros padres, pero aprendemos sus dejes, sus costumbres, sus maneras de moverse y expresarse. Una madre se reirá cuando su pequeño querubín de dos años arrugue la naricilla como el padre, lo mismo que el padre se ría cuando su joven niña de cuatro empiece a sermonearle sobre poner los pies encima de la mesa, claro referente a la madre (por lo menos así era en mi época infantil). A esta misma época pertenecen mis primeros suspiros, quizás al principio poco reflexionados, pero suspiros escuchados a mi madre que espero que muchos podáis reconocer.

Suspiros de alivio al tocar nuestra frente caliente por la fiebre y ver que estaba empezando a bajar, estos suenan a un dulce soplido que venía a refrescar nuestro cuerpo y ánimo febriles. 

Suspiros de resignación al ver como seguíamos apartando los guisantes a un lado escondiéndoles bajo un trozo de pan, estos suenan como el aire que escapaba al principio por la válvula de la olla a presión, aún muy débil para asustar. 

Suspiros de paciencia a punto de quebrarse cuando, te negabas a seguir sus consejos, estos eran lo que más miedo daban, casi un resoplido, como un toro preparándose a embestir sujeto por un débil córdel.

Suspiros de tristeza al recibir malas noticias, estos costaron más desentrañarlos, desgraciadamente los vi aparecer muy a menudo y siempre acompañados por lágrimas mal disimuladas. Me costó poco aprenderlos, nunca me destaqué por mi alegría. Estos suenan a humedad, a un aire alojado en una burbuja que pugna por no salir a la superficie.

Los que nunca vi a su lado fueron los suspiros de amor, aunque estos están unidos a nuestras hormonas adolescentes o infantiles, porque yo recuerdo haber suspirado por estos asuntos a una edad muy temprana. Suenan a risa contenida, a gozo y dolor a partes iguales. Son suspiros de miradas perdidas mientras dibujas corazones en pizarras imaginarias...


Y por último están los suspiros nostálgicos, estos los aprendí de mi abuela cuando empezó a desarrollar el alzheimer. En sus viajes al pasado traía recuerdos de su niñez, sus padres perdidos hacía tiempo volvían a la vida en sus pequeños ojos azules y tal y como entró en esos recuerdos, salía aturdida soltando un hondo suspiro y un "No somos nadie". Estos aparte de por su profundidad, quizás para rellenar con aire el hueco que dejó el recuerdo al volver a su cajita polvorienta, destacaban por el sabor añejo y amargo que dejaba en el aire...


No dudo que haya más suspiros que  haya olvidado catalogar, estos son los que más conozco, los que más practico, Quizás haya quedado vaga la descripción, pero está claro que para asuntos del espíritu y el alma es mejor poder vivirlos en vivo. Quizás ahora los oigais más y os atreváis a clasificarlos, vuestros primeros pasos en el lenguaje de los suspiros de una mujer dibujando secretos en el aire...


4 comentarios:

  1. Leído en un suspiro... Buenas noches, sigue escribiendo así.

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    1. Muchas gracias, Pumpk! Tengo que pulir aún algunas repeticiones (revisar, revisar, revisar... anoche me faltó uno jijiji), pero poquito a poquito. Estoy encantada de que me acompañes en esta nueva andadura.
      Besos
      Mon ^_^

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    2. Encantado de hacerlo.
      Repeticiones...todo tiende a ser cíclico de manera natural así que si son estéticas sálvalas del implacable yugo del corrector de textos ;-)
      Besos.

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  2. :'( una lagrimilla rebelde s m escapa. por distintos q a veces seamos parece q siempre se puede encontrar algún recuerdo común...mi abuela/madrina y su enfermedad....suspiro/lloro. grcas lunática linda

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